CASA REMOLINO

Toda la ocupación del sitio se hace usando como pretexto los giros ascendentes de uno de los constantes remolinos que aparecen en el sector. La vivienda se coloca centrada en el terreno  generando ante sí una gran antesala y patio frontal de una muy saludable orientación norte. La serie de volúmenes que van girando en el ojo del remolino dan quiebre a la totalidad del conjunto arquitectónico, todo esto para mantener una óptima orientación de cada uno de los recintos, sin  perder de vista el cordón volcánico de la imponente cordillera de Los Andes. Madera y barro  de la zona,  son los principales materiales que la constituyen.  Una estructura que alberga hacia el lado sur, una muy eficiente aislación en fardos de paja, mientras hacia el norte se utiliza el ancestral sistema de la quincha y el relleno con barro alivianado para dar grandes prestaciones térmicas a la vivienda. La casa Remolino está completamente revocada en barro a excepción del lado norte que se cubre con tinglados de roble. Los techos apuntados en los tímpanos marcan el trayecto del remolino, desde que se adentra en el terreno hasta que se sitúa en el centro del sitio, formando este nuevo patio frontal con el cordón cordillerano siempre latente.